IOT
¿Qué has sentido viendo el fragmento de esta película?
Pues al principio he sentido curiosidad porque no sabía qué estaba pasando y después he sentido un poco de rabia porque me ha dado rabia cómo ha reaccionado la mujer y por lo que ha pasado. Y luego he sentido pena tanto por los niños como por la mujer, como por la otra mujer, que le estaba diciendo que si creía que era una buena idea comunicarle a los niños que había muerto su compañero. Y luego cuando he visto a una chica llorar, que he supuesto que era más cercana a Emilio de lo que eran los demás, pues he sentido escalofríos, porque yo siento mucho con el cuerpo, entonces he sentido muchos escalofríos. Y se me ha puesto la piel de gallina y entonces he sentido mucha pena. Y no me han entrado ya ganas de llorar porque estamos en este contexto, pero si no, si estuviese sola, sí que me habrían entrado ganas de llorar. Y luego, y nada, también me ha generado interés saber qué va a pasar. A lo mejor me veo la peli y todo. Y nada más.
¿Y la profesora qué te ha transmitido?
La profesora me ha transmitido primero rabia, luego comprensión y luego pena. Porque entiendo que su manera de cope, de lidiar con la situación, y me ha dado pena porque normalmente cuando una persona lidia con una situación así es porque ha estado sola en otras situaciones y se tiene que hacer fuerte. Entonces me ha dado pena en ese sentido. Y porque también es la profe, es la superior y tiene que cargar con esa información y dársela a sus alumnos. Entonces, ya está.
¿Y los alumnos?
Pues los alumnos me han transmitido, aparte de la chica esta que sí que me ha transmitido mucha pena, me han transmitido ternura porque y y pena porque sabía que cuando les dijese la noticia pues obviamente iban a reaccionar y y, o sea, no me ha dado tiempo a sentir mucho más pero en general me han transmitido pena. Vale, gracias.
NOT
vamos allá
vale pues esto ocurrió como hace 10 años y lo he trabajado por eso lo cuento y fue una situación en la que estaba en Estados Unidos y sufrí bullying por porque me gustaban las chicas entonces, bueno me siguen gustando, y y pues sufrí bullying tanto físico como psicológico. Y eso no es lo que más me hizo daño, sino el contárselo a mis padres y que mis padres no me creyesen. Y sé que es difícil de imaginar, pero sí, no me creyeron. Y y cuando se lo intenté contar a mis padres y no me creyeron, ahí sí que sentí. Me acuerdo que sentí como un nudo en la garganta, que ahí es donde empecé a asociar el nudo en la garganta con el sentimiento de tristeza e impotencia. Porque me estaba contando algo muy personal y encima me estaban diciendo que a lo mejor era yo la que no estaba viendo las cosas. Entonces, eso me generó muchísimo miedo porque sentía que no tenía a nadie a mis espaldas. Sí que luego mejoró la situación porque se lo conté a mis padres de allí y ellos sí que me creyeron y les pedí que no contasen nada más ni a la organización ni nada y ahí me sentí un poco mejor pero se quedó una pena súper residual pero aun así pena que a día de hoy la arrastro un poco de pues he aprendido que a mis padres no les puedo contar ciertas cosas y y y y rabia e impotencia de que no puedo contar con mis figuras de apego en la infancia para cosas básicas. O sea, básicas como contarles que estoy en peligro. Entonces, eh, ahí, ah bueno también estaba súper confundida porque yo no entendía, o sea, era más pequeña, tendría como 15 años y yo no, no cabía en mi cabeza que mis padres no me creyesen y sabía que y antes como que me echaba la culpa porque sí que es verdad que no se lo conté del todo sino que tanteé terreno pero el terreno que tanteé me lo tiraron, o sea, me empezaron a decir que no, que a lo mejor era yo, que a lo mejor estaba yo cogiendo cosas que había visto en las películas y cosas así que ahora habiendo estudiado psicología, tener un máster en neuro y estar haciendo este máster, digo que en verdad no, yo no me, o sea, en ese momento ojalá hubiese tenido las herramientas y ahora lo veo todo con más tranquilidad. Pero en ese momento es que recuerdo que la emoción que le ponía a todo era pena, pena y tristeza. Entonces yo empecé a sentir las emociones como con un hilo en mi pecho, que siempre lo describo a todo el mundo, como que siento las emociones con un hilo en mi pecho que se extiende para todos los lados y puede tener diferentes colores y normalmente está como un tono blanco, áureo, azul, no sé cómo explicar el color. Y conforme pasaron los años, esa pena se fue yendo pero no del todo y luego me he sentido como orgullosa porque orgullosa y entendida por mí misma porque llevé la situación yo sola hasta hace poco y y por eso estoy orgullosa de mí y a ver espera que quiero ver qué más ¿Cómo puedo.? ¡Ah, y alivio! Alivio cuando se lo conté a alguien más tarde, o sea, cuando pasaron ya años, hace unos años, y me sentí tan comprendida. Y, ah, angustia cuando estaba pasando todo. Cuando estaba pasando todo sentía mucha angustia y mucha frustración porque no sabía cómo abordar la situación hasta que ya se hicieron visibles marcas y ya no podía esconderlo en mi casa de allí y se lo dije y pedí ayuda y bueno eso.
Gracias.
Nada.
Qué valiente, ¿no?
Ya, es que lo he trabajado por eso puedo hablar de ello.
NEUTRO
¿Qué haces un día normal?
Pues un día normal, ahora en mayo, levantarme. Si tengo pacientes, pues trato a pacientes.l os martes doy un taller a personas con daño cerebral invisible. Y los sábados, por la mañana, tengo una paciente que es una niña, que le doy neurofeedback porque tiene TDH y la trato. Y los días de semana pues tengo otros pacientes y luego me vengo aquí y estudio todo el día porque tengo exámenes, el lunes que viene empiezo e intento sacar tiempo para hacer otras cosas pero un día normal para mí es eso levantarme, tener pacientes, dibujar si puedo dibujar, leer si puedo leer, de fijo, y y venir a estudiar porque este máster es muy monopolizante.
IOA
¿Qué has sentido viendo este fragmento de película?
Pues muy bien, la verdad para terminar me ha gustado mucho porque me ha trasladado a un sitio en el que podría estar y como tenía colores así muy cálidos, el azul, los colores me transmiten muchas emociones, entonces el azul del agua me transmite mucha paz y tranquilidad, los árboles, que yo no puedo vivir sin naturaleza, es que verlos solo me genera serotonina en el cerebro y y y como me ha.. he sentido ternura porque por ver a humanos existir simplemente en la playa y relajarse y ver las cosas y decir oh mira qué bonito simplemente existir y un poco de morriña, de echar de menos, un sentimiento, un sentimiento, no sé cómo expresar eso, de echar de menos. Nostalgia, nostalgia de no estar en la playa, de cuando estaba en la playa, envidia de no estar ahí y de poder simplemente estar tranquila. Así que en general positivo.
NOA
Uno de los momentos más bonitos de mi vida que no puedo calificarlo como el más porque me resulta difícil, pero fue después de hacer setas, un viaje psicodélico. Obviamente en el viaje me sentí muy bien, pero después tuve la oportunidad de trabajar ciertas cosas de mí misma y una de las cosas más satisfactorias y más bonitas que puede hacer el ser humano es aceptar, que es muy complicado. Entonces el sentimiento de darte cuenta de que he aceptado ciertas cosas, dices es que dejo ir muchas cosas al aceptar. Entonces ese Fue uno de los momentos más bonitos de mi vida porque me di cuenta de que soy capaz de aceptar cosas muy difíciles, con trabajo y perseverancia, pero se puede. Aunque al ser humano le cueste un montón aceptar y sostener la incertidumbre, pero se puede. Después del viaje de setas trabajé ciertas cosas y me generó mucha presencia y aceptación y entonces ese sentimiento fue como explosivo para mí, como catártico, entonces lo calificaría como uno de los mejores momentos de mi vida no el mejor porque no puedo calificarlo pero y ah, y me acuerdo que que estaba con unos amigos y como que sentí mucha felicidad Y también me di cuenta de que siento la felicidad mucho poniéndome roja. Entonces como que me ponía roja las mejillas, luego el estómago, lo típico de las mariposas en el estómago. Y te sientes más ligero. Entonces ese es mi momento. Gracias.